"Yo
no lo veo como haber comprado siete cosas", Nicole Richie dice con toda
seriedad, revisando un montón de nuevas adquisiciones que
incluye una blusa de los años setentas satinada, aproximadamente media docena de
vestidos estampados indios de la misma época, y una elegante chaqueta china bordada. "Todos los vestidos cuentan como uno, y la blusa satinada cuenta como otra, y la chaqueta es una sola, así que realmente son
tres cosas", insiste, examinando los resultados de un par de horas de
compras vintage. Es
el tipo de contabilidad creativa que hace a Richie ser querida por sus fans,
devotos de su serie web #CandidlyNicole, y seguidores de sus
ingeniosos tweets (sorprendentemente sus seguidores suman más de
cuatro millones), y no menos importante, clientes de sus
dos líneas juveniles - House of Harlow 1960 y Winter Kate.
Richie es también la promotora por excelencia de un género que podríamos llamar LA vintage: un estudio serio casual no estudiado de las alegrías de la ropa de la última mitad del siglo. Si el estereotipo de una celebridad que es madre en LA es alguien que está a favor de los pantalones de terciopelo en colores pastel durante el día - y una completa diosa del sexo por la noche, el entusiasmo de Richie por lo vintage representa un nuevo estilo del Sur de California. Para recoger a los niños en la escuela, podría usar una blusa tipo Stevie Nicks con diminutos shorts y Manolos blancos; las noches con frecuencia implican un vestido sinuoso con una procedencia grave: vestidos con etiquetas como Ossie Clark y Zandra Rhodes (es una gran admiradora de los nuevos diseñadores británicos, desde alrededor de 1976).
Ella está claramente en el lugar correcto en el momento adecuado: la Costa Este puede seguir siendo el lugar perfecto para antigüedades elegantes, como muebles de diseñador de Nueva Inglaterra y tiaras de diamantes del siglo 19, pero el exhuberante Los Ángeles rebosa con maravilloso material de los años sesenta hasta los noventa, un tesoro interminable de tiendas extendido por toda la ciudad, con un proceso amigable que le hace juego. La estética preferida de Richie la define, se podría decir, como una contemporánea "Lady del Cañón", la famosa descripción de Joni Mitchell de las chicas hippies que daban vueltas en sus vestidos alrededor de 1970. "Me encanta toda la libertad de esa época, la libertad de vestirse en aquel entonces!", dice Richie. "No existía la idea de chocar con los estampados. Soy una gran fan del rock clásico, y me encanta la relación entre la música y la ropa."
Richie confunde las expectativas de otras maneras, The Simple Life puede seguir vigente en algunos sectores cuando su nombre aparece, pero mucho ha cambiado en los años transcurridos desde aquella aventura de televisión. Con el debido respeto al Sr. F.Scott Fitzgerald, las vidas americanas rebosan con los segundos actos: en la última década, Richie se ha calmado, ha crecido, y se levantó, determinada a evitar el triste destino de la desesperación y la disolución que ha golpeado a tantas otras estrellas de Hollywood de su generación. Ahora ella es la madre sensata de Harlow, de 5 años y Sparrow, de 4, y la esposa del músico Joel Madden.
Su pasión por el vintage tiene sus raíces en su propia madre de LA, que le entregó pilas de bolsos Chanel de los años ochenta y faldas Alaïa a una hija ansiosa por coleccionar ("Somos de la misma talla", dice Richie, o sea bien proporcionada, pero decididamente diminuta). De pie en uno de sus muchos armarios rodeada de lo que ella estima conservadoramente que es aproximadamente el 40 por ciento de su ropa y el 20 por ciento de sus joyas (el resto es almacenado en otras partes de la ciudad), está feliz de mostrar algunas piezas favoritas: un escarlata confeccionada con incrustaciones de perla de Zandra Rhodes, un modelo YSL de margarita, una chaqueta Thea Porter con un aire militar (suponiendo que te inscribiste en el ejército del sargento Pepper), y un exceso de Puccis, que Richie colecciona porque "me quedan como guante. Me atraen los colores, no compro muchas piezas negras".
Bandejas con joyería de diseñador, mucho de Hermès, pero más aún de Chanel. "He estado coleccionando joyas desde que tengo memoria - House of Harlow comenzó con joyería", explica Richie. Hoy en día, un collar Chanel (un original diseñado para un perro) está envuelto en su muñeca dos veces, junto al brazalete Cartier que nunca se quita. Montones de estuches forman un universo de lentes de sol que parece estar formado por miles- octagonales estilo Johnn Lennon y corazones estilo Lolita, cuadrados con estampado de tigre - y circulares de color rosa intenso. "Me gustan las opciones", dice riendo.
Pero el hecho de que al parecer posee suficientes vestidos y adornos para vestirse durante años y nunca repetir, no significa que, con unas pocas horas libre de los niños, un viaje de compras vintage no sea una opción. Nos dirigimos primero a Playclothes, donde Richie se hipnotizó con un traje rojo con un aire de Rosie the Riveter que es demasiado grande, pero está decidida a mandarlo a arreglar, y una blusa de color naranja lo suficientemente transparente como para revelar las dos alas tatuadas en su espalda. En Shabon , un impresionante surtido de blusas indias y vestidos encontraron su camino en su pila del "sí ".
Ninguna de estas piezas son especialmente caras, lo que significa que el ahorro se puede aplicar a los bienes enrarecidos que encontró en Resurrection, donde una chaqueta Ossie Clark es escogida de inmediato, junto con una larga bufanda de Zandra Rhodes - que colgará al estilo Theodora Duncan alrededor de un esbelto cuello - y un par de accesorios de Chanel: un cinturón de piel, y un llavero.
"No se puede tener demasiados de éstos! Ya sabes que nunca puedes encontrar tus llaves?", pregunta Richie, lanzando el llavero de doble C sobre la Ossie Clark. Cuando añade sus últimas compras a la creciente pila de bolsas en el coche, la pila ahora se acerca al nivel del parabrisas, pero no hay problema! Según los deliciosos cálculos matemáticos de Richie, ¿quién puede decir que no cuenta todo como una cosa?
Richie es también la promotora por excelencia de un género que podríamos llamar LA vintage: un estudio serio casual no estudiado de las alegrías de la ropa de la última mitad del siglo. Si el estereotipo de una celebridad que es madre en LA es alguien que está a favor de los pantalones de terciopelo en colores pastel durante el día - y una completa diosa del sexo por la noche, el entusiasmo de Richie por lo vintage representa un nuevo estilo del Sur de California. Para recoger a los niños en la escuela, podría usar una blusa tipo Stevie Nicks con diminutos shorts y Manolos blancos; las noches con frecuencia implican un vestido sinuoso con una procedencia grave: vestidos con etiquetas como Ossie Clark y Zandra Rhodes (es una gran admiradora de los nuevos diseñadores británicos, desde alrededor de 1976).
Ella está claramente en el lugar correcto en el momento adecuado: la Costa Este puede seguir siendo el lugar perfecto para antigüedades elegantes, como muebles de diseñador de Nueva Inglaterra y tiaras de diamantes del siglo 19, pero el exhuberante Los Ángeles rebosa con maravilloso material de los años sesenta hasta los noventa, un tesoro interminable de tiendas extendido por toda la ciudad, con un proceso amigable que le hace juego. La estética preferida de Richie la define, se podría decir, como una contemporánea "Lady del Cañón", la famosa descripción de Joni Mitchell de las chicas hippies que daban vueltas en sus vestidos alrededor de 1970. "Me encanta toda la libertad de esa época, la libertad de vestirse en aquel entonces!", dice Richie. "No existía la idea de chocar con los estampados. Soy una gran fan del rock clásico, y me encanta la relación entre la música y la ropa."
Richie confunde las expectativas de otras maneras, The Simple Life puede seguir vigente en algunos sectores cuando su nombre aparece, pero mucho ha cambiado en los años transcurridos desde aquella aventura de televisión. Con el debido respeto al Sr. F.Scott Fitzgerald, las vidas americanas rebosan con los segundos actos: en la última década, Richie se ha calmado, ha crecido, y se levantó, determinada a evitar el triste destino de la desesperación y la disolución que ha golpeado a tantas otras estrellas de Hollywood de su generación. Ahora ella es la madre sensata de Harlow, de 5 años y Sparrow, de 4, y la esposa del músico Joel Madden.
Su pasión por el vintage tiene sus raíces en su propia madre de LA, que le entregó pilas de bolsos Chanel de los años ochenta y faldas Alaïa a una hija ansiosa por coleccionar ("Somos de la misma talla", dice Richie, o sea bien proporcionada, pero decididamente diminuta). De pie en uno de sus muchos armarios rodeada de lo que ella estima conservadoramente que es aproximadamente el 40 por ciento de su ropa y el 20 por ciento de sus joyas (el resto es almacenado en otras partes de la ciudad), está feliz de mostrar algunas piezas favoritas: un escarlata confeccionada con incrustaciones de perla de Zandra Rhodes, un modelo YSL de margarita, una chaqueta Thea Porter con un aire militar (suponiendo que te inscribiste en el ejército del sargento Pepper), y un exceso de Puccis, que Richie colecciona porque "me quedan como guante. Me atraen los colores, no compro muchas piezas negras".
Bandejas con joyería de diseñador, mucho de Hermès, pero más aún de Chanel. "He estado coleccionando joyas desde que tengo memoria - House of Harlow comenzó con joyería", explica Richie. Hoy en día, un collar Chanel (un original diseñado para un perro) está envuelto en su muñeca dos veces, junto al brazalete Cartier que nunca se quita. Montones de estuches forman un universo de lentes de sol que parece estar formado por miles- octagonales estilo Johnn Lennon y corazones estilo Lolita, cuadrados con estampado de tigre - y circulares de color rosa intenso. "Me gustan las opciones", dice riendo.
Pero el hecho de que al parecer posee suficientes vestidos y adornos para vestirse durante años y nunca repetir, no significa que, con unas pocas horas libre de los niños, un viaje de compras vintage no sea una opción. Nos dirigimos primero a Playclothes, donde Richie se hipnotizó con un traje rojo con un aire de Rosie the Riveter que es demasiado grande, pero está decidida a mandarlo a arreglar, y una blusa de color naranja lo suficientemente transparente como para revelar las dos alas tatuadas en su espalda. En Shabon , un impresionante surtido de blusas indias y vestidos encontraron su camino en su pila del "sí ".
Ninguna de estas piezas son especialmente caras, lo que significa que el ahorro se puede aplicar a los bienes enrarecidos que encontró en Resurrection, donde una chaqueta Ossie Clark es escogida de inmediato, junto con una larga bufanda de Zandra Rhodes - que colgará al estilo Theodora Duncan alrededor de un esbelto cuello - y un par de accesorios de Chanel: un cinturón de piel, y un llavero.
"No se puede tener demasiados de éstos! Ya sabes que nunca puedes encontrar tus llaves?", pregunta Richie, lanzando el llavero de doble C sobre la Ossie Clark. Cuando añade sus últimas compras a la creciente pila de bolsas en el coche, la pila ahora se acerca al nivel del parabrisas, pero no hay problema! Según los deliciosos cálculos matemáticos de Richie, ¿quién puede decir que no cuenta todo como una cosa?
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