La entrevista de Nicole con la revista Ocean Drive:
La vida no tan simple
Fue en la época paleolítica de los reality shows, o en el 2003, cuando el público descubrió a Nicole Richie, la sarcástica, chica con curvas, traviesa que salió de una burbuja de riqueza y privilegios con su glamorosa mejor amiga, y se hizo famosa simplemente por ser ella. La siguieron a través de un periodo incómodo, donde la fama y las decisiones personales consideradas como enfermizas (y no del todo legales) chocaron, resultando en una tormenta casi perfecta de autodestrucción. Hoy, después de un viaje por la carretera llena de baches a través de un paisaje lleno de estrellas de reality shows cuyos relojes dejaron de funcionar después de sus 15 minutos de fama, Nicole Richie se encuentra de pie, finalmente, dueña de su propia celebridad, una mujer de negocios con dos líneas de moda de rápido crecimiento. Ella ha vuelto a las ondas de aire sin guión, también, como mentora en Fashion Star de la NBC, donde le da consejos de moda a diseñadores emergentes.
El viaje ha sido salvaje para la hija adoptiva de la superestrella del pop Lionel Richie y su ahora ex esposa Brenda, quien la tomó cuando tenía tres años de edad después de los problemas personales de su familia, quienes estaban abrumados por su falta de capacidad para cuidar a la niña (Quincy Jones y Michael Jackson fueron nombrados sus padrinos). Richie, de 30 años, se lanzó a la entrada de Fox en la televisión reality con The Simple Life, cerca del comienzo de su milenio como celebridad céntrica, que la envió a ella y a su amiga de la infancia, la heredera Paris Hilton en una excursión a otra realidad.
Durante sus primeros años en el radar público, sus triunfos y caídas eran el sueño de cualquier editor de un tabloide, que incluyó romances con otros famosos de la escena de Hollywood, peleas con amigas una y otra vez, una dramática pérdida de peso que provocó gran especulación, y roces con la ley en relación con las drogas y el alcohol que condujo a un lapso de 82 minutos tras las rejas.
Pero después de todo eso, vino la redención, cuando Richie entró en una adultez más madura después de su arresto, que coincidió con su encuentro y posterior matrimonio con el cantante de Good Charlotte y músico, Joel Madden. "No me desperté un día y dije, 'OK, voy a cambiar", dice Richie, mientras mira hacia atrás en su viaje desde celebridad no prometedora con una hoja de antecedentes penales, hasta esposa, mamá, y magnate. "Yo constantemente le recuerdo a la gente que han pasado casi 10 años [desde que The Simple Life se estrenó]."
Ella reconoce que la relación con Madden fue un factor crucial para sacudir sus hábitos autodestructivos y su fricción con sus padres. "Joel y yo somos completamente polos opuestos", dice ella. "Él es del sur de Maryland. Es muy orientado a la familia. Se crió con cuatro hermanos y hermanas. Cuando nos conocimos, yo estaba, sin duda, pasando por un momento difícil con mi familia, y el hecho de que él tuviera una base tan sólida realmente abrió las puertas e hizo que nuestras familias se unieran. "
Getting Real
En medio de ocasionales apariciones de actuación (un papel recurrente en dos ocasiones de la serie Chuck, y en la pantalla grande en la película indie poco vista Kids In America), y un par de al parecer, semi-autobiográficas novelas (la primera se trata de una rica estrella de Hollywood adoptada, el segundo trata de una joven rica que lo pierde todo, pero se recupera en Nueva Orleans), la reinvención de Richie fue lenta pero continua en los últimos años. Ella y Madden se convirtieron en los padres de dos hijos, Harlow, de cuatro, y Sparrow, de dos años. Ella vio potencial para construir en un elemento que no tenía controversia de su celebridad, como un ícono del estilo boho-chic (elaborado en conjunto con su estilista y eventual ex-mejor amiga Rachel Zoe). Richie empezó primero con una línea de joyas y accesorios, House of Harlow 1960, en asociación con el conocido joyero Pascal Mouawad, cuya compañía, Glamhouse, se especializa en colecciones de famosos. Luego la línea de ropa para mujeres, Winter Kate, un reflejo de los años vintage 60 y 70 de Richie, con un toque moderno.
Mientras que las líneas de muchas celebridades ocupan los pasillos de Wal-Mart, las marcas de Richie son compradas por grandes tiendas departamentales como Nordstrom, Neiman Marcus y Bergdorf Goodman, y mil puntos de venta en más de 40 países en todo el mundo. Como prueba de su éxito como empresaria, recientemente obtuvo un papel como mentora en Fashion Star, una serie estilo American Idol en busca de un nuevo diseñador.
Así que a pesar de los pronósticos, Richie logró pasar el paradigma de la típica estrella de reality shows, y evolucionó de "famosa por ser famosa" a "sigue siendo famosa porque en realidad demostró un talento creativo considerable." Ella aprendió a tomar el control de su notoriedad en lugar de dejar que su notoriedad la controle a ella. La única persona que no se sorprendió por el resultado fue Richie. "Hay que recordar que yo tenía 20 años", dice de sus primeros días, los más salvajes. "Yo no conozco a nadie que pueda mirar hacia atrás a lo que era cuando tenía 20 años y decir: 'Soy exactamente la misma persona'. Todo es cuestión de evolucionar y crecer. Quienes somos cuando tenemos 30 años es obviamente muy diferente a lo que somos en nuestros 20 años. Además, hay que tomar en cuenta que mi vida no empezó en el rodaje de The Simple Life. Para el público, obviamente, fue la primera vez que me vio, pero esto...", dice durante un descanso de la sesión de fotos, "ha sido mi sueño desde que era una niña."
Ella también explica con rapidez que sus primeros días en la mira del público eran muy divertidos. "Tengo muy buenos recuerdos de esa época", admite. "Tenía 20 ó 21 años y estaba haciendo un show con mi mejor amiga, y realmente no teníamos que hacer mucho. Estabamos siendo nosotras mismas, y actuando para las cámaras, obviamente, pero ese programa era muy seguro para mí, en el sentido de que las cámaras nunca estuvieron en mi casa. Ellos nunca estaban filmando a mi familia. Se trataba más de nosotras entrando en la realidad de otras personas, en vez de que las cámaras entraran a nuestras realidades", dice Richie.
Mientras que Richie fue una figura destacada en la vanguardia de los reality shows, y estaba entre el puñado que mantuvo la fama más allá del plazo inicial de su serie, confiesa que ella no tenía un plan maestro para su carrera. "Creo tenía 19 años cuando firmé un contrato para hacerlo, y [los productores] dijeron, 'te estamos ofreciendo esta cantidad de dinero para hacer esto durante 30 días.' Me quedé así de '¡Claro! ¿Por qué no?' Nunca en mis sueños más locos pensé que habría una segunda temporada, mucho menos una tercera o quinta. Yo realmente sólo seguía la corriente."
Incluso la especulación continua sobre sus altas y bajas personales no entorpecieron mucho a Richie, al menos mientras estaban sucediendo. "Definitivamente es difícil mirar atrás y recordar lo que estaba pensando en ese momento", confiesa. "En ese momento, realmente no me importaba tanto, era mucho más fácil de aceptar. Podía tolerar mucho más. Ése probablemente no sería el caso si estuviera pasando ahora." Ella sabe bien que cualquier paso en falso sigue siendo conservado en un ámbar de la cultura popular que siempre va a tener una parte de su pasado. "Los errores que mis padres hicieron cuando tenían 20 años no fueron documentados, y los errores que yo cometí en mis 20 años lo fueron", explica. "Así que ésa es la única parte mala: que yo estaba creciendo y averiguando quién era, en el ojo público. No me voy a quejar al respecto- yo misma lo escogí - pero mucha gente puede tomar sus fotos y ponerlas en una caja y decir: 'Está bien, vamos a olvidar que alguna vez sucedió' Y yo no siempre puedo hacer eso."
Canalizar su energía creativa en la moda también trajo un nuevo enfoque. "Me he estado preparando para esto desde que tenía 16 años de edad", dice Richie. "Cuando me reuní con mis socios, [los fabricantes de prendas] Rick y Cytrynbaum Brian, y me pidieron ideas, yo dije: 'Tengo un montón!' Tenía dos carpetas enormes de inspiración para mostrarles, en qué dirección quería que la línea fuera, con lo que quería empezar primero, y a dónde quería llegar al final. Esto ha estado en mi cabeza durante mucho tiempo". La visión de Richie dio lugar a una creciente línea de moda dirigida a mujeres que hacen muchas cosas y que no tienen miedo a tomar riesgos en la moda, pero insiste en que crecerá al ritmo que ella establece. "Con Winter Kate, empezamos muy pequeño", dice ella. "Me ha costado cuatro temporadas, incluso expandir a hacer cuero, cortes láser, pieles. Tengo metas para House of Harlow y para Winter Kate: En última instancia, ésta será una marca de estilo de vida. Voy a hacer muebles para el hogar, accesorios, todo. [Pero] en este momento, estoy concentrada en mi familia, y todo lo demás ocupa el segundo lugar". Lo que amplía su sonrisa más que hablar de moda es hablar de los niños. "Mi hija se ve exactamente como yo, y tiene la personalidad de Joel. Es muy cuidadosa. No hace un movimiento sin pensar plenamente sobre las consecuencias y lo que eso significa. Sparrow se ve exactamente como Joel y tiene mi personalidad. Es simplemente disparatado. Tiene dos años, y hemos tenido dedos rotos, hemos llegado al hospital - no puedes quitarle la vista de encima por un segundo. Él es todo un espíritu pleno, libre."
Conociendo las dificultades de la fama, Richie admite que no ha pensado en eso, especulando acerca de cómo les irá a sus propios hijos con la fama. Por ahora, está disfrutando de las maravillas de ver a sus hijos desarrollarse en el mundo privado de su familia. "Es muy interesante ver quiénes son, y yo siempre los animo a ser ellos mismos", dice ella. "No estoy en un punto todavía donde estoy tratando de trabajar lo que son. Quiero que desarrollen exactamente lo que quieren ser, y estoy disfrutando todo acerca de eso". Las palabras adecuadas, al parecer, de alguien que ha aprendido de primera mano sobre el poder de disfrutar el viaje, y asegurarse de que la llevó a alguna parte.
La vida no tan simple
Fue en la época paleolítica de los reality shows, o en el 2003, cuando el público descubrió a Nicole Richie, la sarcástica, chica con curvas, traviesa que salió de una burbuja de riqueza y privilegios con su glamorosa mejor amiga, y se hizo famosa simplemente por ser ella. La siguieron a través de un periodo incómodo, donde la fama y las decisiones personales consideradas como enfermizas (y no del todo legales) chocaron, resultando en una tormenta casi perfecta de autodestrucción. Hoy, después de un viaje por la carretera llena de baches a través de un paisaje lleno de estrellas de reality shows cuyos relojes dejaron de funcionar después de sus 15 minutos de fama, Nicole Richie se encuentra de pie, finalmente, dueña de su propia celebridad, una mujer de negocios con dos líneas de moda de rápido crecimiento. Ella ha vuelto a las ondas de aire sin guión, también, como mentora en Fashion Star de la NBC, donde le da consejos de moda a diseñadores emergentes.
El viaje ha sido salvaje para la hija adoptiva de la superestrella del pop Lionel Richie y su ahora ex esposa Brenda, quien la tomó cuando tenía tres años de edad después de los problemas personales de su familia, quienes estaban abrumados por su falta de capacidad para cuidar a la niña (Quincy Jones y Michael Jackson fueron nombrados sus padrinos). Richie, de 30 años, se lanzó a la entrada de Fox en la televisión reality con The Simple Life, cerca del comienzo de su milenio como celebridad céntrica, que la envió a ella y a su amiga de la infancia, la heredera Paris Hilton en una excursión a otra realidad.
Durante sus primeros años en el radar público, sus triunfos y caídas eran el sueño de cualquier editor de un tabloide, que incluyó romances con otros famosos de la escena de Hollywood, peleas con amigas una y otra vez, una dramática pérdida de peso que provocó gran especulación, y roces con la ley en relación con las drogas y el alcohol que condujo a un lapso de 82 minutos tras las rejas.
Pero después de todo eso, vino la redención, cuando Richie entró en una adultez más madura después de su arresto, que coincidió con su encuentro y posterior matrimonio con el cantante de Good Charlotte y músico, Joel Madden. "No me desperté un día y dije, 'OK, voy a cambiar", dice Richie, mientras mira hacia atrás en su viaje desde celebridad no prometedora con una hoja de antecedentes penales, hasta esposa, mamá, y magnate. "Yo constantemente le recuerdo a la gente que han pasado casi 10 años [desde que The Simple Life se estrenó]."
Ella reconoce que la relación con Madden fue un factor crucial para sacudir sus hábitos autodestructivos y su fricción con sus padres. "Joel y yo somos completamente polos opuestos", dice ella. "Él es del sur de Maryland. Es muy orientado a la familia. Se crió con cuatro hermanos y hermanas. Cuando nos conocimos, yo estaba, sin duda, pasando por un momento difícil con mi familia, y el hecho de que él tuviera una base tan sólida realmente abrió las puertas e hizo que nuestras familias se unieran. "
Getting Real
En medio de ocasionales apariciones de actuación (un papel recurrente en dos ocasiones de la serie Chuck, y en la pantalla grande en la película indie poco vista Kids In America), y un par de al parecer, semi-autobiográficas novelas (la primera se trata de una rica estrella de Hollywood adoptada, el segundo trata de una joven rica que lo pierde todo, pero se recupera en Nueva Orleans), la reinvención de Richie fue lenta pero continua en los últimos años. Ella y Madden se convirtieron en los padres de dos hijos, Harlow, de cuatro, y Sparrow, de dos años. Ella vio potencial para construir en un elemento que no tenía controversia de su celebridad, como un ícono del estilo boho-chic (elaborado en conjunto con su estilista y eventual ex-mejor amiga Rachel Zoe). Richie empezó primero con una línea de joyas y accesorios, House of Harlow 1960, en asociación con el conocido joyero Pascal Mouawad, cuya compañía, Glamhouse, se especializa en colecciones de famosos. Luego la línea de ropa para mujeres, Winter Kate, un reflejo de los años vintage 60 y 70 de Richie, con un toque moderno.
Mientras que las líneas de muchas celebridades ocupan los pasillos de Wal-Mart, las marcas de Richie son compradas por grandes tiendas departamentales como Nordstrom, Neiman Marcus y Bergdorf Goodman, y mil puntos de venta en más de 40 países en todo el mundo. Como prueba de su éxito como empresaria, recientemente obtuvo un papel como mentora en Fashion Star, una serie estilo American Idol en busca de un nuevo diseñador.
Así que a pesar de los pronósticos, Richie logró pasar el paradigma de la típica estrella de reality shows, y evolucionó de "famosa por ser famosa" a "sigue siendo famosa porque en realidad demostró un talento creativo considerable." Ella aprendió a tomar el control de su notoriedad en lugar de dejar que su notoriedad la controle a ella. La única persona que no se sorprendió por el resultado fue Richie. "Hay que recordar que yo tenía 20 años", dice de sus primeros días, los más salvajes. "Yo no conozco a nadie que pueda mirar hacia atrás a lo que era cuando tenía 20 años y decir: 'Soy exactamente la misma persona'. Todo es cuestión de evolucionar y crecer. Quienes somos cuando tenemos 30 años es obviamente muy diferente a lo que somos en nuestros 20 años. Además, hay que tomar en cuenta que mi vida no empezó en el rodaje de The Simple Life. Para el público, obviamente, fue la primera vez que me vio, pero esto...", dice durante un descanso de la sesión de fotos, "ha sido mi sueño desde que era una niña."
Ella también explica con rapidez que sus primeros días en la mira del público eran muy divertidos. "Tengo muy buenos recuerdos de esa época", admite. "Tenía 20 ó 21 años y estaba haciendo un show con mi mejor amiga, y realmente no teníamos que hacer mucho. Estabamos siendo nosotras mismas, y actuando para las cámaras, obviamente, pero ese programa era muy seguro para mí, en el sentido de que las cámaras nunca estuvieron en mi casa. Ellos nunca estaban filmando a mi familia. Se trataba más de nosotras entrando en la realidad de otras personas, en vez de que las cámaras entraran a nuestras realidades", dice Richie.
Mientras que Richie fue una figura destacada en la vanguardia de los reality shows, y estaba entre el puñado que mantuvo la fama más allá del plazo inicial de su serie, confiesa que ella no tenía un plan maestro para su carrera. "Creo tenía 19 años cuando firmé un contrato para hacerlo, y [los productores] dijeron, 'te estamos ofreciendo esta cantidad de dinero para hacer esto durante 30 días.' Me quedé así de '¡Claro! ¿Por qué no?' Nunca en mis sueños más locos pensé que habría una segunda temporada, mucho menos una tercera o quinta. Yo realmente sólo seguía la corriente."
Incluso la especulación continua sobre sus altas y bajas personales no entorpecieron mucho a Richie, al menos mientras estaban sucediendo. "Definitivamente es difícil mirar atrás y recordar lo que estaba pensando en ese momento", confiesa. "En ese momento, realmente no me importaba tanto, era mucho más fácil de aceptar. Podía tolerar mucho más. Ése probablemente no sería el caso si estuviera pasando ahora." Ella sabe bien que cualquier paso en falso sigue siendo conservado en un ámbar de la cultura popular que siempre va a tener una parte de su pasado. "Los errores que mis padres hicieron cuando tenían 20 años no fueron documentados, y los errores que yo cometí en mis 20 años lo fueron", explica. "Así que ésa es la única parte mala: que yo estaba creciendo y averiguando quién era, en el ojo público. No me voy a quejar al respecto- yo misma lo escogí - pero mucha gente puede tomar sus fotos y ponerlas en una caja y decir: 'Está bien, vamos a olvidar que alguna vez sucedió' Y yo no siempre puedo hacer eso."
Canalizar su energía creativa en la moda también trajo un nuevo enfoque. "Me he estado preparando para esto desde que tenía 16 años de edad", dice Richie. "Cuando me reuní con mis socios, [los fabricantes de prendas] Rick y Cytrynbaum Brian, y me pidieron ideas, yo dije: 'Tengo un montón!' Tenía dos carpetas enormes de inspiración para mostrarles, en qué dirección quería que la línea fuera, con lo que quería empezar primero, y a dónde quería llegar al final. Esto ha estado en mi cabeza durante mucho tiempo". La visión de Richie dio lugar a una creciente línea de moda dirigida a mujeres que hacen muchas cosas y que no tienen miedo a tomar riesgos en la moda, pero insiste en que crecerá al ritmo que ella establece. "Con Winter Kate, empezamos muy pequeño", dice ella. "Me ha costado cuatro temporadas, incluso expandir a hacer cuero, cortes láser, pieles. Tengo metas para House of Harlow y para Winter Kate: En última instancia, ésta será una marca de estilo de vida. Voy a hacer muebles para el hogar, accesorios, todo. [Pero] en este momento, estoy concentrada en mi familia, y todo lo demás ocupa el segundo lugar". Lo que amplía su sonrisa más que hablar de moda es hablar de los niños. "Mi hija se ve exactamente como yo, y tiene la personalidad de Joel. Es muy cuidadosa. No hace un movimiento sin pensar plenamente sobre las consecuencias y lo que eso significa. Sparrow se ve exactamente como Joel y tiene mi personalidad. Es simplemente disparatado. Tiene dos años, y hemos tenido dedos rotos, hemos llegado al hospital - no puedes quitarle la vista de encima por un segundo. Él es todo un espíritu pleno, libre."
Conociendo las dificultades de la fama, Richie admite que no ha pensado en eso, especulando acerca de cómo les irá a sus propios hijos con la fama. Por ahora, está disfrutando de las maravillas de ver a sus hijos desarrollarse en el mundo privado de su familia. "Es muy interesante ver quiénes son, y yo siempre los animo a ser ellos mismos", dice ella. "No estoy en un punto todavía donde estoy tratando de trabajar lo que son. Quiero que desarrollen exactamente lo que quieren ser, y estoy disfrutando todo acerca de eso". Las palabras adecuadas, al parecer, de alguien que ha aprendido de primera mano sobre el poder de disfrutar el viaje, y asegurarse de que la llevó a alguna parte.
No comments:
Post a Comment